Reflexiones de un trimestre

      Ha sido un trimestre intenso…22 talleres con docentes y 2 talleres con familias. No puedo más que estar agradecida. Agradecida por la oportunidad de compartir unos conocimientos que para mí son fundamentales no sólo para todos aquellos que acompañamos a los niños y adolescentes en el proceso de desarrollo, sino que son imprescindibles para nuestro crecimiento personal como adultos que buscamos otra manera de entender las relaciones humanas y que pensamos que una sociedad basada en el respeto mutuo y en la búsqueda de soluciones sí es posible.

      Agradecida por la oportunidad de ser testigo de todas las situaciones que diariamente se viven en las aulas y en las familias y de las reflexiones y aprendizajes de los padres y docentes en su camino educativo. Estas reflexiones, junto a los retos diarios que mis hijos me plantean, son el motor que me impulsa a no parar de leer, de estudiar, de buscar explicaciones que nos ayuden a ir más allá del mero comportamiento.

      Y fruto del trabajo y experiencias de este trimestre es mi toma de consciencia de la importancia de los errores en el camino de construcción de un verdadero aprendizaje, soy consciente de que por encima de cualquier herramienta o conocimiento está la necesidad de conexión con el otro, y soy consciente de que esta conexión tiene que comenzar con uno mismo. El trabajo de aceptación y conexión intrapersonal es requisito imprescindible para que las relaciones interpersonales sean respetuosas y saludables a nivel emocional.

      Amanda Céspedes nos dice que no tenemos que educar a los niños para la paz, ya que ellos ya vienen predispuestos a ella, sino que somos los adultos los que debemos ser educados para este fin…totalmente de acuerdo, somos los adultos, los que acompañamos a los niños y adolescentes en su trayectoria vital, los que debemos tener asumidas de manera intrínseca todas esas habilidades que queremos ver en los niños, ya que sólo así podremos compartirlas.

      Además de mis mejores deseos para estos días y para el nuevo año que entra, espero que en el 2017 el autoconocimiento, la compasión y el respeto inunde nuestras vidas.

      Gracias a todas las personas con las que he tenido el privilegio de compartir camino en este año, porque cada encuentro y cada frase ha sido una invitación al aprendizaje y al crecimiento personal.